El Último de los Peverell

El profesor Slughorn mira a los estudiantes y dijo.-Bienvenido a Hogwarts, en unos minutos ustedes serán llevados al Gran Comedor donde se realizara la Ceremonia de selección y se les asignara una Casa, como algunos ya saben las Cuatro Casas son Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin, ahora esperan aquí por favor-El profesor se retiro de nuevo al Gran Comedor dejándolos ahí.

Los chicos se veían la mayoría nerviosos, excepto Aaron, se veía muy pensativo, mientras estaban ahí vieron pasar a los fantasmas del castillo que les saludaron, Albus identifico a Nick Casi Decapitado de quien sus padre ya le habían hablado, el fantasma de Gryffindor.

Albus fue y le pregunto a Aaron porque estaba tan pensativo.-Es que me siento seguro, el mago que me dijo que yo también era uno me dijo que estaría aquí en el Castillo, y pues no sé, me siento seguro de que a donde me mande el Sombrero me irá bien.-

-Si es verdad,-dijo Albus-mi padre me dijo que no importa en donde quede seleccionado, la casa donde este ganara un gran alumno.-

-Pero tu prima parece muy nerviosa.-Y señalo a Rose que estaba jugando nerviosa con los dedos

-Si mi tío es muy estricto con respecto a la pertenencia de las casas y quiere que sea una Gryffindor, y ella está nerviosa por si la eligen para otra casa.-

-Hola Al.-Dijeron dos voces en unisonó.

-Hola.-Albus saludo a dos chicos que iban hacia él, eran gemelos y en realidad eran como dos gotas de agua pues no se podían distinguir.-Aaron ellos son Lorcan y Lysander Scamander.- Los señalo a cada uno para que Aaron supiera quién era quién.- unos viejos amigos, son hijos de la mejor amiga de mi madre y madrina de mi hermana Lily, chicos el es Aaron.-

-Mucho gusto.-Dijo el de la derecha que era Lorcan.

-Que tal.-Dijo Lysander.

-Hola.- Les saludo Aaron.

En ese momento entro el Profesor Slughorn y les indico a los chicos que entrasen al Gran

Comedor.

Albus, Scorpius, Aaron, Rose y los demás alumnos de Primero entraron, lo primero que vieron fue el techo, el hechizo reflejaba claramente el cielo que se veía afuera, cientos de velas encendidas flotaban sobre sus cabezas, Albus volteo a las mesas y busco a alguien con la mirada, vio a su hermano James con aspecto molesto, pero al voltear a la mesa de los Profesores vio algo que le sorprendió, en la mesa justo entre la directora y el Profesor Longbottom estaba sentado su Padre.

Harry James Potter estaba sentado en la mesa de Profesores junto a Minerva McGonagall la Directora del Colegio, también vio al Profesor Longbottom con el jefe de Gryffindor y su padrino, a Hadrig y a otros profesores que él no conocía.

Frente a ellos había un pequeño banco, y encima de él un viejo sombrero que tenía una rasgadura que parecía una boca, en el momento en que se oyó que se cerraba la puerta del Gran Comedor el Sombrero Seleccionador esbozo una sonrisa y empezó a cantar.

Mil años ya pasaron,

Más como si ayer fuera lo recuerdo,

Cuando esos grandes amigos,

Unieron sus mentes en mí.

Ese día discutieron

Que harían cuando murieran,

Para que el espíritu de los cuatro pilares

Del Castillo no se derrumbaran.

Entonces Godric me bajo de su cabeza

Y Rowena, Helga y Salazar sus Varitas alzaron

Y de sus mentes algo en mi pusieron

Y cada uno me dijo que eligiese así:

El valiente Gryffindor alzo su espada,

“Elige a aquellos que tengan gran valor” me dijo,

Mientras Hufflepuff bebía en su copa dorada

“Elige a aquellos de noble corazón” me decía.

La sabía Ravenclaw su diadema tocaba,

Ella me dijo “Busca brillantes mentes para los míos”,

Y el astuto Slytherin con su relicario al cuello,

“No olvides que lo único que importa es la pureza de sangre”.

Así los cuatro me dieron sus dones,

Y desde entonces mi cometido cumplí,

Ellos ya están muertos, ahora yo elijo,

¡Ven y pruébame yo te diré a que Casa perteneces!

Todos aplaudieron con entusiasmo al sombrero, que doblo la punto del final como agradecimiento como un director inclina la cabeza.

La Profesora McGonagall se levanto y se dirigió a los de primero-Bienvenidos a Hogwarts, este año tenemos un cambio en el Profesorado, el profesor Ian Poe de Defensa Contra las Artes Oscuras se retira, y su lugar lo tomara el Profesor Harry Potter,-Algunos alumnos se levantaron al oír el nombre del mago más famoso de todos los tiempos.-Ahora procedamos con la Ceremonia de Selección.

El Profesor Longbottom se levanto, llego al banco y tomo el Sombrero Seleccionador, desenrollo un pergamino y empezó a leer los nombres.- Adams, Kay.

Un joven de de cabello rubio se sentó y se puso el sombreo, después de un tiempo el sombrero grito.- ¡Ravenclaw!

La mesa de Ravenclaw grito mientras recibían a Kay, después el Profesor Longbottom llamo después a Astro Black, el sombrero se quedo pensando un rato y grito.- ¡Gryffindor!

La mesa de Gryffindor fue ahora la que se lleno de gritos. Albus estaba pensando que hacer mientras pasaba la selección.

Kingston, Leyna – ¡Hufflepuff!

O´Connel, Lisa – ¡Ravenclaw!

Así continuaron los alumnos pasando los alumnos para ser seleccionados.

Entonces el profesor llamo a Scorpius, y el sombreo lo mando a Slytherin después de un rato que parecía eterno, pues al parecer el sombrero no se decidía a donde mandarlos.

El Profesor siguió leyendo y se detuvo unos momentos al ver un nombre y volteo a ver a Harry, el respondió con una mirada que parecía decir que esperaba que se leyera ese nombre.- Peverell, Aaron.

Dragón, Unicornio y Fénix

Era el 1 de Septiembre de 2017, Albus Severus Potter estaba buscando un compartimiento del Expreso de Hogwarts, mientras pasaba por los compartimientos que estaban ocupados veía a gente mirándolo, señalando y susurrando, aunque a Albus no le sorprendió en nada, su familia y los amigos de sus padre siempre le decían lo mismo, “Eres igual a tu padre”, cosa que era cierta, tenía el mismo aspecto que Harry Potter, Albus pensaba que si tuviera una cicatriz en la frente en forma de rayo y usara lentes seguro todos pensarían que era su padre, esto a veces le incomodaba un poco, pero su madre le había contado que a su padre le pasaba lo mismo, siempre diciéndole que era la viva imagen de su abuelo James Potter, con excepción de los ojo que eran los de su abuela Lily Potter.

Después de mucho buscar encontró un compartimiento vacio, entro y subió su baúl, también puso a su lechuza blanca Cliodne en el asiento y se sentó junto a ella y volteo a ver por la ventana y empezó a pensar en lo que su padre le dijo antes de subir sobre el sombrero seleccionador, su mente estaba confusa, el podía elegir a donde quería ir, pero ¿Debía hacer eso?, su padre le dijo que no era malo estar el Slytherin, así que, ¿Que debía hacer?, en eso alguien abrió la puerta, Albus volteo y vio a un chico que por su aspecto debía ser de su edad, era alto de cabello negro y algo largo y tapaba un poco sus ojos pero se alcanzaba a ver destello azules de estos, su piel era pálida y traía puesta la túnica negra del Colegio, en su mano tenía el baúl y no se veía que tuviera consigo una mascota.

-Disculpa, ¿Puedo sentarme aquí?-Pregunto el chico.

-Claro-Respondió Albus.- El chico se sentó frente de el-Mi nombre es Albus Severus Potter, y tú, ¿Cómo te llamas?-.

-Mi nombre es Aaron Gabriel…-Pero en ese momento alguien interrumpió entrando, un chico alto y delgado de piel clara, su cabello rubio estaba peinado hacia atrás y traía consigo su baúl y un hermoso ejemplar de búho que estaba sentado mostrando elegante el pecho en su jaula.

-Lo siento creí que estaba vacío, ¿Les molesta si me siento aquí?-

-Claro siéntate, ¿Tu eres Scorpius Malfoy cierto?-Pregunto Albus al chico que acababa de entrar mientras se sentaba junto a Aaron y ponía la jaula de su búho en sus piernas.

-Si lo soy.-

-Te reconocí, te vi en el andén con tus padres, el es Aaron.-

-Hola mucho gusto.- Dijo Scorpius volteando a ver a Aaron.

-Que tal Scorpius.- Respondió Aaron.-Es muy hermoso tu búho.-

-Gracias.- Respondió Scorpius, Albus decidió entonces unirse a la conversación de los dos chicos.

-Y, ¿Cómo se sienten ahora que entraremos a Hogwarts?, yo estoy emocionado, por fin podre ver si las historias que me contaba mi hermano sobre el colegio son ciertas o no.-

-Yo también estoy muy emocionado por llegar ya al castillo.-Dijo Aaron que se notaba muy feliz.

-Yo también, creo.- Scorpius no se veía tan emocionado.

-¿Qué sucede Scorpius?- Pregunto Aaron.

-Sí, no te ves muy animado.- Dijo Albus.

-Es que… bueno es por la selección de las Casas, supongo que tu estarás en Gryffindor como siempre lo han estado los Potter y los Weasley no Albus.-

-Pues…- Albus no sabía que contestar, aun le daban vueltas por la mente las palabras de su padre sobre la Casas de Hogwarts, así que decidió cambiar de tema.- Aaron, cuéntanos, ¿Qué casa crees que sea la que te aginen?-

-La verdad, no sé nada de las Casas del Colegio, solo sé que son cuatro pero nada más.-

-¿Cómo que no sabes nada?- Pregunto Scorpius.- Eres hijo de muggles.-

-No, lo que pasa es que soy huérfano y me crie en un orfanato muggle.-

-A bueno…- Dijo Scorpius.

-No lo sabíamos, perdón por preguntar.-Dijo Albus, se sentía mal por haberle preguntado eso a Aaron, pero este se veía normal.

-No se preocupen, ya estoy acostumbrado, el mago que fue a verme me pregunto si no sabía nada de mis padres, le dije que solo sabía que me habían encontrado en una canasta frente a la iglesia del pueblo con una noto con mi nombre, lo único que no le dije caja que nadie ha podido abrir, y que tiene grabados símbolo extraños.- Aaron se levanto y busco en su baúl, saco un pequeño cofre negro con una cerradura de oro pero no había donde poder introducir una llave, al mirarla, Albus reconoció que eran runas, pero arriba de ellas había otro símbolo y no sabía si también era una runa, tenía la forma de un ojo triangular.

-Pero, ¿Cómo sabes que no eres hijo de muggles aparte de la caja?- Pregunto Scorpius.

-El mismo mago me lo dijo cuando le dije mi nombre.-

Los chicos siguieron hablando y empezaron a conocerse mas y mas, Scorpius no compartía las ideas de limpieza de sangre de su familia, además era un fanático del Quidditch y su posición favorita era la de guardián, Albus al igual que su abuelo Arthur sentía curiosidad sobre el mundo de los muggles, además también le gustaba mucho las transformaciones y quiere ser animago como su abuelo James, y a Aaron le interesaban mucho los libros y según él, desde que consiguió los suyos en el Callejón Diagón hace dos semanas ya había leído casi todos aparte de unos más que también compro. Los tres ya se habían hecho amigos y el cielo empezaba a oscurecerse, entonces alguien abrió la puerta, el hermano mayor de Albus, James Sirius Potter estaba ahí junto con varios de sus compañeros de Gryffindor.

-Hola Al, vamos a nuestro compartimiento, tu amigo nos puede acompañar pero el “mortifago” no.-

-¿Que quieres decir con eso James?-Dijo Al algo irritado.

-Al hijo de Malfoy,- Y James señalo con el dedo a Scorpius.-Su padre era leal al Que-no-debe-ser-nombrado.- Dijo James, Albus recordó que ninguno de sus hermanos ni primos nunca decía el nombre del Voldemort por temor al igual que muchos otros magos, pues a pesar de su muerte definitiva nadie olvidaba sus atrocidades.

Aaron entonces se levanto y protesto-Scorpius no es un mortifago.-Entonces James se puso frente a el saco su varita y dijo-Petrificus Totalus.-Aaron cayó hacia atrás. Albus enfureció y golpeo sorpresivamente a su hermano, había heredado el sentimiento de defender a sus amigos que tenía su padre y abuelo.-Escucha James Sirius Potter, Scorpius es mi amigo al igual que Aaron, así que retírale el maleficio o si no…-

-O si no que.- Respondió James.-Me lanzaras una maldición hermanito.-

-El no, pero yo te castigare James.-James volteo y empalideció un poco, el Jefe de Gryffindor, el profesor Neville Longbottom apareció detrás de el.-James no ha empezado el año pero creo que Gryffindor perderá 50 puntos por lo que hiciste, Finite Incantatem.-Dijo apuntando a Aaron.-Ahora sígueme James, Al, tú y tus amigos cámbiense estamos a punto de llegar.-

-Si profesor-Respondió Albus, y El Profesor, su hermano y sus amigos se fueron, dejando de nuevo solos a los tres.

Se pusieron las túnicas del colegio, (bueno solo Albus y Scorpius ya que Aaron ya la tenía puesta desde un principio) y empezaron a hablar de las casas nuevamente y de otras cosas, entonces surgió el tema de sus varitas.

-Dinos Scorpius ¿De qué es tu varita?-Pregunto Aaron.

-Abeto, 22 cm Centro de tripas de Corazón de Dragón, ¿Y las suyas?-

-La mía es de Acebo, 28 cm Pelo de Cola de Unicornio es para encantamientos.-Dijo Al

-La mía es de Sauco, 31 cm Pluma de Ave Fénix, nuestras varitas tienes los centros diferentes.-

-Si es verdad.-Dijo Al. Los tres chicos se miraron.

-Tal vez sea una señal de que debíamos ser amigos, las cosas son mejor cuando hay diferencias, si fuéramos iguales seria aburrido, ¿No creen?-

-Creo que Albus tiene razón Scorpius.-

-Si tienen razón.-

-Miren ya llegamos.- Aaron señalo afuera, el tren se había detenido-Tomemos nuestras cosas y salgamos.-

Los chicos salieron y se encontraron con Hadrig que como siempre esperaba a los alumnos de primero para llevarlos por el tradicional paseo por el lago. EL semigigante saludo a Albus al que conocía desde siempre, Albus le presento a sus amigos nuevos, Hadrig los saludo aunque se veía un poco molesto de ver al hijo de Harry caminar junto a un Malfoy.

Los alumnos debían de subir en grupos de cuatro personas a los botes, así que Albus busco a Rose con la mirada, la vio y la llamo con la mano, la chica se acerco a los tres.

-Rose, te presento a mis amigos, ellos son Scorpius y Aaron.- Luego se dirigió a Aaron y Scorpius.-Amigos ella es mi prima, Rose Weasley.-

-Mucho gusto.-Les saludo Rose.

-Hola.-Dijo Aaron y le sonrió a Rose que a pesar de la noche Albus noto que sus mejillas se ponían un poco rojas.

-Ho…hola-Saludo Scorpius que se veía un poco nervioso.

-¿Tu eres el hijo de Draco Malfoy verdad?-Pregunto Rose.

-Sí, pero no creas que soy como mi padre o mi abuelo, a mi no me interesa la pureza de sangre ni nada de eso.-Dijo el chico nervioso temiendo que Rose no le cayera bien el por su familia.

-Bueno, será mejor que subamos al ya para irnos al castillo.-Dijo Albus.

-Si.-Respondieron Rose, Scorpius y Aaron.

Los chicos atravesaron el Lago, Albus y Scorpius se sentaron juntos atrás, y Rose y Aaron adelante, Albus no ponía mucha atención a lo que decían porque no paraban de hablar, finalmente llegaron a la costa, bajaron, caminaron hasta a puerta principal y entraron al Castillo, estaban tras las puertas del Gran Comedor, Albus seguía pensando que hacer, si dejar al sombrero elegir o elegir él, y si el elegía, ¿Qué Casa debería elegir?, volteo a ver a Rose, ella se veía también nerviosa,  pensó que era por lo que dijo su padre Ron sobre estar en Gryffindor, mientras también se veía a Scorpius algo pálido, tal vez por lo que pasaría con sus compañeros si terminaba en Slytherin, ya que varios eran hijos y nietos de mortifagos que odiaban a sus padres por ayudar aunque fuese involuntariamente a la caída de Lord Voldemort, mientras Aaron se veía tranquilo, sin temor.

Finalmente entro el profesor Horace Slughorn, Jefe de Slytherin y Subdirector del Colegio y le dio la bienvenida.

El Anuncio del Cielo

Habían pasado ya 5 años desde el encuentro entre el Patriarca, Pandora y las Morías, una paz inusual se estaba viviendo en el Santuario, pero no todo era verdad, el Patriarca había iniciado el proceso para reclutar mas Santos y soldados, ya casi todas las Armaduras de Oro tenían a su dueño, en ese tiempo se habían producido grandes cambios.

Aeneas de Aries estaba en el coliseo del Santuario, vigilaba el entrenamiento de 2 de los jóvenes aspirantes a Santo que no tendrían más de 10 años el mayor.

-Santiago deja de distraerte.-Dijo Aeneas al más joven de ellos que tendría unos 7 años.

-Si Maestro Aene… ¡Ahhh!-Santiago fue derribado pero su oponente.- ¡No es justo!, Sebastián me ataco cuando me distraje.-

-Deja de reclamar por tonterías sin sentido Santiago, fue tu culpa.-

-Pero tu…-

-¡Basta los dos!-Dijo Aeneas.-Santiago, Sebastián tiene razón, no debiste distraerte, si algún día quieren llevar las Armaduras de un Santo deben aprender a ser grandes guerreros los dos.-

-A este paso pronto me convertiré en un Santo de Oro.-Dijo Sebastián.

-Deja de alardear Sebastián, eso podría causar tu caída, debes de ser humilde si quieres llevar la Armadura Dorada de tu signo, la Armadura de Géminis.-

-Lo siento Maestro.-Se disculpo el joven.

-Muy bien, no estuvo tan mal el entrenamiento de hoy, vayan a lavarse y después vuelvan al Templo de Aries.-

-Si Maestro.-Dijeron los dos y se alejaron.

Mientras tanto el Patriarca se encontraba lejos del Santuario, lo acompañaban María y otro joven que también vestía una Armadura de Oro.

-Ya estamos por llegar.-Anuncio el Patriarca.

-Que bien, ya estaba cansado.-Dijo el otro joven.

-¡Leonel no repliques así frente al Patriarca, este viaje es importante!-Replico María a Leonel.

-María, no es necesario que regañes así a Leonel, recuerdo bien lo que es ser joven aunque fue hace siglos, no creo que estés contenta tu también con la caminata que hemos hecho hasta Star Hill.-Dijo el Patriarca.

-Ah yo…-María no dijo nada más.

-Bien, creo que será mejor que María y yo esperemos aquí.-Dijo Leonel.

-Si.-Confirmo el Patriarca.- Ustedes no pueden subir a la cima de la montaña, debo ir solo.-

El Patriarca empezó a subir mientras Leonel y María lo esperarían a los pies de Star Hill, sabían que podría tardar días, pero al parecer este presentía que la Profecía de las Morías pronto se cumplirían.

Mientras tanto en el Santuario Aeneas regresaba a la Casa de Aries, en la entrada lo esperaba, una mujer de cabello rubio y largo, llevaba en brazos a un pequeño niño y tomada de su mano a una niña.

-Has tardado mucho en regresar Aeneas.-

-Lo siento Maia.-Dijon Aeneas y después fue y abrazo a la pequeña niña.-Hola Nicole.- Y después se dirigió al pequeño que tenia Maia en las manos.-Hola Evan.-

-Hola papá.-Saludo la niña a Aeneas.- ¿Dónde están Sebastián y Santiago?

-llegaron en unos momentos hija.-

-Que bien.-

-Nicole.-Dijo Maia.- Toma a tu hermanito y entren al Templo.-Y le entrego al pequeño Evan.

-Si mamá.- Nicole tomo a Evan de manos de su madre y entro al templo.

-Aeneas, dime la verdad.-Maia se veía preocupada.- ¿Pasa algo malo en el Santuario?-

-No te preocupes querida-Aeneas abrazo a Maia.- Pero, ¿Por qué preguntas eso?-

-Es que anoche vi como el Patriarca salía del Santuario, y estoy preocupada por ti y por nuestra familia.-

A los lejos se veía que Santiago y Sebastián ya venían de regreso, el día siguió su curso y se hizo de noche, el Patriarca había llegado a Star Hill.

-¿Qué es este presentimiento?- El Patriarca veía el cielo.-Todo se ve en el cielo, Athena ayúdame a ver tu mensaje y el destino del mundo.-

-Ve la constelación de Pegaso-Dijo el sonido del viento, el Patriarca volteo pensando que había alguien.

-Pero que… esa voz, el viento parecía como si fueran las Morías, eran sus voces, es verdad me dijeron que debía de ver la constelación de Pegaso.-El Patriarca volteo y busco la constelación de bronce, hasta que la encontró.- ¿Qué significa esto?-

Las estrellas de Pegaso brillaban como el oro, y lo más increíble, dos destellos mas de luz deslumbraron al Patriarca, las constelaciones de Águila y Sagitario, y entonces el Patriarca sintió una cálida presencia que no había sentido desde hace mucho.

-Esta presencia tan reconfortante, hace mucho que no la sentía, Adara-

Mientras en el Santuario, Maia estaba viendo el cielo desde la salida de la casa de Aries, entonces Aeneas se acerco a ella.

-Algo te sucede, has estado algo extraña estos días Maia.-

-Mira Aeneas.-Maia señalo el cielo.- Esas constelaciones brillan como tu Armadura Dorada.-

-Cierto.-Aeneas se había fijado también.- Pero es extraño.-

-Aeneas, tengo una noticia muy buena que te alegrara.-

-¿Cuál es?-

-Tendremos otro hijo.-

-Maia.-Aeneas sonrió y abrazo a su esposa.

A la mañana siguiente el Patriarca llego donde Leonel y María.

-¿Qué sucedió ahí arriba Maestro?-Pregunto María.

-Debemos regresar pronto al Santuario y llamar a todos los Santos, Athena pronto bajara del Cielo.-

Excalibur

Los Berserkers dirigidos por Obelix entraron a la Casa de Capricornio.

-¿Qué es esta estatua?-Pregunto uno de los Berserkers, se hallaban frente a la estatua de Athena entregando una espada a un guerrero.

-Esta estatua representa el nombramiento como Patriarca del Santo de Capricornio durante la Rebelión de la Corona en la era Mitológica.-Dijo otro.

-¿Cómo es que sabes tan Mordred?-Pregunto el mismo Berserker.

-Eso no importa ahora.- Interrumpió Obelix.-Mordred, ¿Dónde está el Santo de Capricornio?, no siento su presencia en este templo-

-Arthur debe de estar afuera del Templo de Capricornio, el Santo de esta Casa le tiene tanta estima que no derramara sangre dentro del Templo ni a la entrada.-

-De acuerdo, sigamos-Dijo Obelix y se dirigieron a la salida.- Mordred recuerda que serás tu quien enfrente a Arthur de Capricornio, ya que eres el único con la habilidad de enfrentar a Excalibur.-

-Si.-

Mientras tanto en la Casa de Acuario Cero vigilaba la lluvia y veía a Arthur desde la entrada, a su lado estaban Altaír y Zephyr.

-Maestro.-Dijeron ambos.

-Entremos a la Casa de Acuario ahora, los Berserkers pronto llegaran, solo uno se quedara a enfrentar a Arthur.-

-¿Por qué solo uno enfrentara al Señor Arthur?-Pregunto Zephyr.

-Porque entre ellos hay un viejo conocido de él, vamos entremos, y empezare a expandir mis cosmos en el Templo de Acuario.-

Los Berserkers estaban ya fuera de la Casa de Capricornio y frente de ellos estaba Arthur.

-Los estaba esperando.-Dijo Arthur.

-Ha pasado tanto tiempo Arthur.-Dijo Mordred.-Señor Obelix usted y los otros sigan a la Casa de Acuario, los alcanzare cuando acabe con Capricornio.-

-Está bien, vámonos.-Los demás Berserkers pasaron al lado de Arthur y continuaron su camino.

-Mordred, antes de pelear contigo tengo algo que preguntarte.-Dijo Arthur.

-Dime rápido que es lo que quieres saber Capricornio Arthur.-

-¿Por qué te fuiste? Dímelo, y también, ¿Por qué regresas como uno de los sirvientes de Ares?-

-Te responderé ahora.-Mordred se lanzo contra Arthur y lo golpeo en el rostro.- Lo hice porque quiero venganza de ti.-

-Ahhh, venganza de mí, ¿Pero por qué?-

-Arthur, la armadura que vistes. Debía de ser mía, toda mi vida entrene para tenerla, pero tú que solo naciste con el donde Excalibur la obtuviste, por eso me convertí en Berserker, y ahora soy Mordred de Ananel, del ejercito del Miedo.-

-Mordred, si lo que quieres es la Armadura de Capricornio, ahí la tienes.-Arthur se despojo de su Armadura.-Ahora vuelve con nosotros.-

-Jajaja, Arthur, gracias por la Armadura, pero para tomar toda posesión de ella, te matare, ¡Muere!-Mordred lanzo un ataque en contra de Arthur.

Mientras tanto los demás Berserkers seguían su camino a la Casa de Acuario bajo la lluvia.

-Señor Obelix el clima se está poniendo muy frio.-

-Cierto.-Dijo Obelix.- Miren ahí, rápido esquiven los pedazos de hielo mas grande, este granizo es obre del cosmo del Santo de Acuario que esta congelando la lluvia, ¡Muévanse más rápido si no nos congelaremos con el poder de Acuario!-

-¡Sí!-

Mientras tano la pelea seguía en la Casa de Capricornio.

-Ahhh.-Arthur había bloqueado nuevamente el ataque de Mordred.

-Me das risa Arthur, solo esquivándome no me derrotaras, ahora siente mi mas grande ataque viejo amigo.-

-Detente ahora Mordred, no quiero pelear contigo.-

-¡Basta ya, muere, Espada de Damocles!-El poderoso ataque de Mordred apenas fue evitado por Arthur.

-Estuvo cerca.-

-Más que eso, mira tú brazo.-

-No puede ser.-El brazo de Arthur tenía un corte profundo que lo atravesaba todo.

-Estoy decepcionado de ti Arthur.-

-¿Qué quieres decir?-

-Esperaba más de ti, pero sigues siendo el mismo débil de siempre, preocupado por sus amigos más que por su deber, escúchame bien, yo ya no soy tu amigo, deje de serlo hace años cuando me quitaste mi lugar para ser el Santo de Capricornio, Athena me dio la espalda entonces, y ahora por eso acabare con tu vida y después iré y cortare su cabeza, muere viejo amigo ¡Espada de Damocles!-

-¡Ahhh!- Esta vez Arthur no pudo evitar el ataque y le dio en el rostro cegándolo.

-Ahora antes de matarte destruiré algo de lo que todos los santos que cuidan el Templo de Capricornio se enorgullecen, entrare y cortare la cabeza de Athena de la estatua, adiós Athena, ¡Espada de Damocles!-

-¡Excalibur!-El ataque de alguna forma se adelanto al de Morded y los desvió contra el suelo.

-No puede ser.-Mordred volteo, Arthur estaba ahí frente a él.

-¡Mordred, no quería pelear contigo, eras mi amigo y esperaba recuperarte, pero ahora veo que en realidad estaba equivocado, te destruiré!-La Armadura de Capricornio volvió a cubrir el cuerpo de Arthur.- ¡Excalibur!-

-Toma esto ¡Espada de Damocles!-Arthur y Mordred pelaban chocando sus brazos y piernas como espadas.

-Mordred, no importa cuánto sigamos así peleando, a fina te venceré.-

-Ya lo veremos Arthur.-Ambos estaban frente a frente cada uno al lado de la estatua de Athena.-Este será el ataque final prepárate.-

-Mordred, te venceré y te recuperare así.-

-¿Qué quieres decir con eso?-

-Eras mi amigo antes, y sé que aun hay algo de ese sentimiento dentro de ti, y lo sacare.-

-No lo creo, pero veamos que puedes hacer ahora que estas ciego.-

-¡Excalibur!-

-¡Espada de Damocles!-Ambos ataques chocaron, Arthur cayo entonces y empezó a sangrar, ahora estaban de espaldas unos a otros.-Maldito, esa Excalibur no la lanzaste con todo tu poder, ¿Por qué?-

-Porque cuando te dije que te recuperaría sentí la duda dentro de ti, y no me equivoque, tu ataque penetro la Armadura de Oro pero no me matara, fue aun más débil que el mío.-

-Cierto, me alegro que al menos el Santo que me matase fueras tu.-

-No es así, mi ataque no te haría daño por tu Lupus amenos que…-

-Sí, no solo baje mi poder de ataque si no que también mi defensa, adiós Arthur.-

En ese momento el cuerpo de Mordred se partió por la mitad y caía muerto, mientras los Berserkers seguían su camino a la Casa de Acuario y en la Casa de Sagitario continuaba una gran lucha.

El Ejército de Hades

Pandora y Kagaho bajaban de la balsa y esta se alejaba, el espectro aun mostraba las heridas de la batalla contra Aeneas.

-Señorita Pandora, sé que es urgente que le comunique esta información al Señor Hades, pero si me permite me quedare en la Primera Prisión para curarme y ponerme presentable para ir ante el Señor Hades.-

-Está bien Kagaho, yo me adelantare a informar, ya que no iras conmigo el resto del camino quiero que reúnas a todos los espectros que hay actualmente y que vengan contigo al Palacio del Señor Hades.-

Pandora siguió con su camino hacia el Palacio de Hades mientras tanto Kagaho se quedaba en la primera prisión junto al Palacio de la Justicia y se quito su Sapuri para repararlo.

-Kagaho, me decepcionas, contigo en total eran cuatro espectros y aun así no pudieron matar a tres Santos Dorados y al Patriarca del Santuario.-Dijo una voz desde la sombra del palacio.

-Baltasar no deberías subestimar el poder de los Santos, si sigues pensando así terminaras muerto muy pronto.-De la oscuridad una persona salió, el Espectro llamado Baltasar miraba a Kagaho desafiante.

-¿Crees que soy tan débil como tú? Adelante Kagaho pelemos ahora.-

-Si eso es lo que quieres Baltasar, sentirás el poder de Bennu, la Estrella Celeste de la Violencia.-

-Y tú sentirás el poder de Baltasar de Wendigo, Estrella Celeste de la Sangre.-

-¡Deténganse ahora mismo!-

Ambos voltearon, tres espectros más habían llegado, el que estaba más cerca de ellos era uno de los Tres Jueces del Infierno.

-Señor Aiacos.-Dijeron los dos.

-Kagaho, Baltasar deténganse, ¿Por qué están pelando junto a la Corte del Silencio?, bueno la verdad no me importa, Kagaho dime que sucedió con la misión a la que fuiste con la Señorita Pandora y ¿Dónde están Lune y los otros?-

-Están muertos.-

-¡¿Qué fue lo que sucedió?!-

-Junto con el Patriarca había un Santo de Oro, Aeneas de Aries, el y yo peleamos y después se unieron a la batalla Raimi y Valentine, mientras la Señorita Pandora y Lune lucharon contra el Patriarca y este asesino a Lune, después a Aeneas se unió el Santo de Virgo y entre los dos asesinaron a Raimi y Valentín, yo los derrote a ellos y a Escorpio y al Patriarca que después se les unieron, los iba a matar cuando la Señorita Pandora me detuvo y me ordeno regresar, ahora se dirige con el Señor Hades a informarle de la advertencia de las Morías y me ordeno reunir a los Espectros y llevarlos al Palacio del Señor Hades.-

-Ya veo.- Aiacos callo unos momentos y le dijo a Kagaho y Baltasar.-Kagaho termina de reparar tu Sapuri y después ve directo al Palacio del Señor Hades, que Baltasar llame a todos los Espectros, ahora.-

-Si Señor Aiacos.-Dijeron Kagaho y Baltasar al mismo tiempo.

Mientras tanto Pandora llegaba al Palacio de Hades y al llegar a la sala del trono estaba ahí, hades sentado en su trono detrás de la cortina enfrente del camino al muro de los lamentos.

-Señor Hades.-Dijo Pandora arrodillándose.

-Pandora, dime qué fue lo que averiguaste.-

-Si, al parecer las Morías anunciaron el nacimiento de un hombre, descendiente del Santo que asesino a el Dios Ares que sería más fuerte que él y tendría el poder para vencer a Athena o a usted Señor Hades.-

-Derrotarme a mi dices.-

-Eso fue lo que dijeron la tres hijas de Nix, y también dijeron al Patriarca del Santuario que debía vigilar la constelación del Pegaso.-

-¿Pegaso?-

-Si-Pandora estaba agachada y no noto que Hades se había levantado al oír la confirmación de Pandora.- ¿Pasa algo Señor Hades?-

-No, dime que más supiste.-

-Se quien es el ultimo descendiente de ese Santo, es el Santo de Aries, Aeneas, Kagaho estuvo a punto de matarlo porque pensé que podríamos usarlo de alguna forma.-

-Entiendo lo que quieres decir Pandora, retírate ahora mismo.-

-Si Señor Hades.-

Hades se quedo solo y empezó a pensar en voz alta.

-Pegaso, no creo que sea él, pero sí lo es, aquel hombre que tuvo el poder de llevar consigo siempre la victoria durante la Rebelión de la Corona, lo único que puedo hacer es esperar y ver qué es lo que sucede.-

Pandora estaba fuera del Palacio de Hades, Aiacos había llegado también y junto con él, el resto de los Espectros que había hasta entonces.

-Señorita Pandora.-Dijo Aiacos arrodillándose ante ella y besando su mano.-Todos los Espectros nos hemos reunido como ordeno.-

-Bien hecho Aiacos, necesito que todos los espectros que haya cumplan una misión importante.-

-Díganos que hacer Señorita Pandora.-Aiacos nunca había confiado plenamente en Pandora pero la orden de que todos los Espectros cumplan una misma misión.

-Necesito que vigilen de cerca al Patriarca…-Pero Aiacos interrumpió.

-Señorita Pandora ya tenemos a varios Espectros vigilando el Santuario.-

-¡Silencio Aiacos!-

-Lo siento.-

-Como decía, necesito que todos vigilen al Patriarca y a uno de los Santos Dorados, Aeneas de Aries.-

-A si se hará como lo ordene Señorita Pandora.-

-Ve ahora, quiero que todo el Ejercito de Hades se dedique a eso, y me informen de todos los progresos de la vigilancia y que eviten completamente mientras tanto los enfrentamientos con los Santos.-

Pandora había dado la orden, el Ejército de Hades estaba listo para vigilar el Santuario, mientras tanto Hades meditaba el presagio que estaba relacionado con la constelación de Pegaso y lo que sucedió durante la rebelión de la Corona en la era Mitológica.