Era el primer día del último mes de ese año, el Santuario entero está listo para recibir a Athena, pero no era la única alegría que había traído consigo el viento, pronto también nacería el tercer hijo del Santo de Aries Aeneas y todo el Santuario y el pueblo de Rodorio estaba feliz por esos sucesos.
-Aeneas ¿Qué te pasa?- Pregunto Leonel, ambos estaban en el pueblo de Rodorio en la plaza.
-No es nada solo estoy nervioso.-
-¿Es por Maia verdad?, tranquilízate, deberías alegrarte es tu tercer hijo y además Athena no tarda en llegar a la Tierra también.-
-Eso me preocupa, cuando Athena esté aquí las Guerra podría empezar, recuerda lo que sucedió hace 5 años.- Aeneas se levanto la manga y ahí estaba una cicatriz.
-Es es la cicatriz que Bennu te hizo verdad, pero de todos modos deberías clamarte un poco, Maia estará bien tus hijos y tus pupilos están con ella aquí en el pueblo y falta poco para que nazca el pequeño y ellos regresaran contigo a la Casa de Aries.-
-Sí, pero aun así… mira será mejor que regreses al Santuario yo iré a ver a mi familia y luego iré para haya.-
-Está bien, pero no tardes recuerda que el Patriarca quiere que todos los Santos Dorados estén en las Doce Casas el mayor tiempo posible recuerda que de momento solo somos tu, María, Paris, Ives y yo.-
-Lo sé.-
Los dos se separaron y tomaron caminos distintos, Aeneas se adentro a varias calles y finalmente entro en una casa.
-Buenos días.- Saludo Aeneas y de una puerta salió una anciana.
-Señor Aeneas su esposa esta con sus hijos y sus pupilos en esa habitación.- Y señalo una puerta junto a la que ella había usado para entrar.-Pase por favor.-
-Gracias.-
Aeneas paso a la habitación, ahí Maia esta recostada con Evan en sus brazos mientras Sebastián, Santiago y Nicole estaban sentados a su alrededor.
-Hola.- Saludo Aeneas, Nicoles, Santiago y Sebastián voltearon al oírlo y fueron saludarlo.
-Papi.-
-Maestro.-
-Hola niños, porque no salen un rato para que pueda hablar tranquilo con tu madre Nicole.-
-Si, Sebastián Santiago vamos.-
-Si.- Los tres salieron de ahí.
-¿Cómo te sientes amor?- Aeneas se sentó junto a Maia y tomo en sus brazos a Evan.
-Bien, ya falta poco para que nazca, siéntelo, pero ¿Qué te sucede? Te ves mal.-
-Estoy bien solo algo cansado es todo.-
-Aeneas, no me mientas, algo pasa ¿Qué es?- Maia se sentó junto en la orilla de la cama y miro a los ojos a su esposo.
-Tengo un mal presentimiento, la cicatriz que Kagaho me dejo empezó a doler hace poco y siento cosas entrañas, cosmos agresivos por todos lados y estoy preocupado por el Santuario, por Athena pero sobre todo por ti y nuestros hijos.-
-Ya no te preocupes tanto Aeneas, veras que todo saldrá bien.-
-Está bien tratare de tranquilizarme.-
-Bueno ahora, ¿Cómo quieres que se llame nuestro hijo?, Evan y Nicole llevan los nombres de mis padres, así que creo que debes ser tu quien elija esta vez.-
-Si es niña me gustaría que se llamara Aricia.-
-¿Y si es niño?-
-Arkantos.-
Mientras unas horas más tarde en el Santuario, Leonel, María y Paris estaban saliendo de la Casa de Piscis en camino a la cámara del Patriarca.
-Espero que Aeneas no tarde mucho en llegar.- Decía Paris.
-Dijo que no se retrasaría, por cierto María.- Dijo Leonel.- ¿Qué te pasa estas igual de cayada y pensativa que Aeneas?-
-No es nada.- María mintió, estaba pensando en los extraños cosmos que sentía desde hace días igual que Aeneas además aun no dejaba de pensar en ese extraño suceso con los constelaciones de Pegaso, Águila y Sagitario de hace unos meses.
Aeneas ya estaba en la Casa de Aries, fue hacia la habitación donde estaba su Armadura dorada y esta cubrió su cuerpo.
-Listo, será mejor que vaya a los aposentos del Patriarca.-
-Yo te acompañare Aeneas.- Dijo una voz detrás de el, y Aeneas volteo.
-Ives, pensé que tú ya estarías ahí.-
-Estaba en el Coliseo, vamos ya Aeneas.-
-Si.-
Mientras en el Pueblo de Rodorio, Maia estaba entrando en labor de parto.
-¡Ahhh!-
-Tranquilízate Maia.- Le decía una de las mujeres que le atendía.-Ya pronto nacerá, tranquila,-
-Mis hijos…-
-Están en la otra habitación.-
-Aeneas…-
-Los Santos Dorados ahora están en el Santuario ya mande a que lo buscaran.-
Mientras todos los Santos Dorados que estaban activos esperaban a la entrada del Templo de Athena esperando a que el Patriarca saliera de ahí.
-¿Por qué tardara tanto el Patriarca en salir?- Pregunto Paris.
-No lo sé.- Dijo Ives.
-¿Esperen que es ese ruido?-Pregunto Leonel
-Suena como un…-Dijo María.
-Llanto de bebe.-Termino Aeneas, el Patriarca salió entonces del Templo con un bebe en brazos.
-Maestro.-Dijo Aeneas.
-Si Aeneas, esta es.-
-Así que por fin nació.- Dijo María.
-Nuestra Princesa.- Dijo Ives.
-A quien nosotros debemos proteger.- Dijo Leonel.
-La Diosa de la Guerra.-Dijo Paris.
-Athena.-
Mientras en el cielo oculto entre las nubes un carruaje observa.
-Por fin nació, al Diosa que salió de la cabeza de Zeus.- Pandora esbozo una sonrisa,
-Señorita Pandora.- Dijo un espectro que le acompañaba.
-¿El ya está en su posición?-
-Si.-
-Bien, entonces ve y trame a ese bebe, y no falles.-
-No se preocupe, yo Silpheed del Basilisco la Estrella Celeste de la Victoria no le fallare.-
Silpheed se lanza entonces del carruaje para atacar. Mientras en el Pueblo el hijo de Maia nacía.
-Es un niño, Maia es un niño y nació muy sano.-
-Gracias Dios…dámelo…por favor.-
-Aquí tienes.-
-Mi pequeño Arkantos, te pareces mucho a tu padre, toma.-Maia estiro la mano hacia la mesa y tomo un pequeño cascabel en forma de péndulo de color negro.-Tu padre lo hizo para ti como los de tus hermanos.- El pequeño golpeo débilmente el cascabel y este sonó,
-Este momento es muy hermoso, es perfecto para arruinarlo, no crees Maia.- Todos voltearon, en la puerta estaba de pie un hombre que vestía un Sapuri.
-¡No pude ser no puedes ser tu!-
-Lastima si soy yo, ahora si me permites tomare al pequeño Arkantos para que de un paseo con su tío Kagaho.- Kagaho entonces se acerca hacia ella y el niño.-Athena acaba de nacer en este momento asi que como la Señorita Pandora dijo, este niño es el de la profecía.-
Aeneas y los otros están cuidando a Athena recién nacida sin sospechar que del cielo está cayendo el enemigo y mientras Maia esta indefensa ante Kagaho que ha venido a secuestrar a Arkantos.