Nacimiento

Era el primer día del último mes de ese año, el Santuario entero está listo para recibir a Athena, pero no era la única alegría que había traído consigo el viento, pronto también nacería el tercer hijo del Santo de Aries Aeneas y todo el Santuario y el pueblo de Rodorio estaba feliz por esos sucesos.

-Aeneas ¿Qué te pasa?- Pregunto Leonel, ambos estaban en el pueblo de Rodorio en la plaza.

-No es nada solo estoy nervioso.-

-¿Es por Maia verdad?, tranquilízate, deberías alegrarte es tu tercer hijo y además Athena no tarda en llegar a la Tierra también.-

-Eso me preocupa, cuando Athena esté aquí las Guerra podría empezar, recuerda lo que sucedió hace 5 años.- Aeneas se levanto la manga y ahí estaba una cicatriz.

-Es es la cicatriz que Bennu te hizo verdad, pero de todos modos deberías clamarte un poco, Maia estará bien tus hijos y tus pupilos están con ella aquí en el pueblo y falta poco para que nazca el pequeño y ellos regresaran contigo a la Casa de Aries.-

-Sí, pero aun así… mira será mejor que regreses al Santuario yo iré a ver a mi familia y luego iré para haya.-

-Está bien, pero no tardes recuerda que el Patriarca quiere que todos los Santos Dorados estén en las Doce Casas el mayor tiempo posible recuerda que de momento solo somos tu, María, Paris, Ives y yo.-

-Lo sé.-

Los dos se separaron y tomaron caminos distintos, Aeneas se adentro a varias calles y finalmente entro en una casa.

-Buenos días.- Saludo Aeneas y de una puerta salió una anciana.

-Señor Aeneas su esposa esta con sus hijos y sus pupilos en esa habitación.- Y señalo una puerta junto a la que ella había usado para entrar.-Pase por favor.-

-Gracias.-

Aeneas paso a la habitación, ahí Maia esta recostada con Evan en sus brazos mientras Sebastián, Santiago y Nicole estaban sentados a su alrededor.

-Hola.- Saludo Aeneas, Nicoles, Santiago y Sebastián voltearon al oírlo y fueron saludarlo.

-Papi.-

-Maestro.-

-Hola niños, porque no salen un rato para que pueda hablar tranquilo con tu madre Nicole.-

-Si, Sebastián Santiago vamos.-

-Si.- Los tres salieron de ahí.

-¿Cómo te sientes amor?- Aeneas se sentó junto a Maia y tomo en sus brazos a Evan.

-Bien, ya falta poco para que nazca, siéntelo, pero ¿Qué te sucede? Te ves mal.-

-Estoy bien solo algo cansado es todo.-

-Aeneas, no me mientas, algo pasa ¿Qué es?- Maia se sentó junto en la orilla de la cama y miro a los ojos a su esposo.

-Tengo un mal presentimiento, la cicatriz que Kagaho me dejo empezó a doler hace poco y siento cosas entrañas, cosmos agresivos por todos lados y estoy preocupado por el Santuario, por Athena pero sobre todo por ti y nuestros hijos.-

-Ya no te preocupes tanto Aeneas, veras que todo saldrá bien.-

-Está bien tratare de tranquilizarme.-

-Bueno ahora, ¿Cómo quieres que se llame nuestro hijo?, Evan y Nicole llevan los nombres de mis padres, así que creo que debes ser tu quien elija esta vez.-

-Si es niña me gustaría que se llamara Aricia.-

-¿Y si es niño?-

-Arkantos.-

Mientras unas horas más tarde en el Santuario, Leonel, María y Paris estaban saliendo de la Casa de Piscis en camino a la cámara del Patriarca.

-Espero que Aeneas no tarde mucho en llegar.- Decía Paris.

-Dijo que no se retrasaría, por cierto María.- Dijo Leonel.- ¿Qué te pasa estas igual de cayada y pensativa que Aeneas?-

-No es nada.- María mintió, estaba pensando en los extraños cosmos que sentía desde hace días igual que Aeneas además aun no dejaba de pensar en ese extraño suceso con los constelaciones de Pegaso, Águila y Sagitario de hace unos meses.

Aeneas ya estaba en la Casa de Aries, fue hacia la habitación donde estaba su Armadura dorada y esta cubrió su cuerpo.

-Listo, será mejor que vaya a los aposentos del Patriarca.-

-Yo te acompañare Aeneas.- Dijo una voz detrás de el, y Aeneas volteo.

-Ives, pensé que tú ya estarías ahí.-

-Estaba en el Coliseo, vamos ya Aeneas.-

-Si.-

Mientras en el Pueblo de Rodorio, Maia estaba entrando en labor de parto.

-¡Ahhh!-

-Tranquilízate Maia.- Le decía una de las mujeres que le atendía.-Ya pronto nacerá, tranquila,-

-Mis hijos…-

-Están en la otra habitación.-

-Aeneas…-

-Los Santos Dorados ahora están en el Santuario ya mande a que lo buscaran.-

Mientras todos los Santos Dorados que estaban activos esperaban a la entrada del Templo de Athena esperando a que el Patriarca saliera de ahí.

-¿Por qué tardara tanto el Patriarca en salir?- Pregunto Paris.

-No lo sé.- Dijo Ives.

-¿Esperen que es ese ruido?-Pregunto Leonel

-Suena como un…-Dijo María.

-Llanto de bebe.-Termino Aeneas, el Patriarca salió entonces del Templo con un bebe en brazos.

-Maestro.-Dijo Aeneas.

-Si Aeneas, esta es.-

-Así que por fin nació.- Dijo María.

-Nuestra Princesa.- Dijo Ives.

-A quien nosotros debemos proteger.- Dijo Leonel.

-La Diosa de la Guerra.-Dijo Paris.

-Athena.-

Mientras en el cielo oculto entre las nubes un carruaje observa.

-Por fin nació, al Diosa que salió de la cabeza de Zeus.- Pandora esbozo una sonrisa,

-Señorita Pandora.- Dijo un espectro que le acompañaba.

-¿El ya está en su posición?-

-Si.-

-Bien, entonces ve y trame a ese bebe, y no falles.-

-No se preocupe, yo Silpheed del Basilisco la Estrella Celeste de la Victoria no le fallare.-

Silpheed se lanza entonces del carruaje para atacar. Mientras en el Pueblo el hijo de Maia nacía.

-Es un niño, Maia es un niño y nació muy sano.-

-Gracias Dios…dámelo…por favor.-

-Aquí tienes.-

-Mi pequeño Arkantos, te pareces mucho a tu padre, toma.-Maia estiro la mano hacia la mesa y tomo un pequeño cascabel en forma de péndulo de color negro.-Tu padre lo hizo para ti como los de tus hermanos.- El pequeño golpeo débilmente el cascabel y este sonó,

-Este momento es muy hermoso, es perfecto para arruinarlo, no crees Maia.- Todos voltearon, en la puerta estaba de pie un hombre que vestía un Sapuri.

-¡No pude ser no puedes ser tu!-

-Lastima si soy yo, ahora si me permites tomare al pequeño Arkantos para que de un paseo con su tío Kagaho.- Kagaho entonces se acerca hacia ella y el niño.-Athena acaba de nacer en este momento asi que como la Señorita Pandora dijo, este niño es el de la profecía.-

Aeneas y los otros están cuidando a Athena recién nacida sin sospechar que del cielo está cayendo el enemigo y mientras Maia esta indefensa ante Kagaho que ha venido a secuestrar a Arkantos.

El Anuncio del Cielo

Habían pasado ya 5 años desde el encuentro entre el Patriarca, Pandora y las Morías, una paz inusual se estaba viviendo en el Santuario, pero no todo era verdad, el Patriarca había iniciado el proceso para reclutar mas Santos y soldados, ya casi todas las Armaduras de Oro tenían a su dueño, en ese tiempo se habían producido grandes cambios.

Aeneas de Aries estaba en el coliseo del Santuario, vigilaba el entrenamiento de 2 de los jóvenes aspirantes a Santo que no tendrían más de 10 años el mayor.

-Santiago deja de distraerte.-Dijo Aeneas al más joven de ellos que tendría unos 7 años.

-Si Maestro Aene… ¡Ahhh!-Santiago fue derribado pero su oponente.- ¡No es justo!, Sebastián me ataco cuando me distraje.-

-Deja de reclamar por tonterías sin sentido Santiago, fue tu culpa.-

-Pero tu…-

-¡Basta los dos!-Dijo Aeneas.-Santiago, Sebastián tiene razón, no debiste distraerte, si algún día quieren llevar las Armaduras de un Santo deben aprender a ser grandes guerreros los dos.-

-A este paso pronto me convertiré en un Santo de Oro.-Dijo Sebastián.

-Deja de alardear Sebastián, eso podría causar tu caída, debes de ser humilde si quieres llevar la Armadura Dorada de tu signo, la Armadura de Géminis.-

-Lo siento Maestro.-Se disculpo el joven.

-Muy bien, no estuvo tan mal el entrenamiento de hoy, vayan a lavarse y después vuelvan al Templo de Aries.-

-Si Maestro.-Dijeron los dos y se alejaron.

Mientras tanto el Patriarca se encontraba lejos del Santuario, lo acompañaban María y otro joven que también vestía una Armadura de Oro.

-Ya estamos por llegar.-Anuncio el Patriarca.

-Que bien, ya estaba cansado.-Dijo el otro joven.

-¡Leonel no repliques así frente al Patriarca, este viaje es importante!-Replico María a Leonel.

-María, no es necesario que regañes así a Leonel, recuerdo bien lo que es ser joven aunque fue hace siglos, no creo que estés contenta tu también con la caminata que hemos hecho hasta Star Hill.-Dijo el Patriarca.

-Ah yo…-María no dijo nada más.

-Bien, creo que será mejor que María y yo esperemos aquí.-Dijo Leonel.

-Si.-Confirmo el Patriarca.- Ustedes no pueden subir a la cima de la montaña, debo ir solo.-

El Patriarca empezó a subir mientras Leonel y María lo esperarían a los pies de Star Hill, sabían que podría tardar días, pero al parecer este presentía que la Profecía de las Morías pronto se cumplirían.

Mientras tanto en el Santuario Aeneas regresaba a la Casa de Aries, en la entrada lo esperaba, una mujer de cabello rubio y largo, llevaba en brazos a un pequeño niño y tomada de su mano a una niña.

-Has tardado mucho en regresar Aeneas.-

-Lo siento Maia.-Dijon Aeneas y después fue y abrazo a la pequeña niña.-Hola Nicole.- Y después se dirigió al pequeño que tenia Maia en las manos.-Hola Evan.-

-Hola papá.-Saludo la niña a Aeneas.- ¿Dónde están Sebastián y Santiago?

-llegaron en unos momentos hija.-

-Que bien.-

-Nicole.-Dijo Maia.- Toma a tu hermanito y entren al Templo.-Y le entrego al pequeño Evan.

-Si mamá.- Nicole tomo a Evan de manos de su madre y entro al templo.

-Aeneas, dime la verdad.-Maia se veía preocupada.- ¿Pasa algo malo en el Santuario?-

-No te preocupes querida-Aeneas abrazo a Maia.- Pero, ¿Por qué preguntas eso?-

-Es que anoche vi como el Patriarca salía del Santuario, y estoy preocupada por ti y por nuestra familia.-

A los lejos se veía que Santiago y Sebastián ya venían de regreso, el día siguió su curso y se hizo de noche, el Patriarca había llegado a Star Hill.

-¿Qué es este presentimiento?- El Patriarca veía el cielo.-Todo se ve en el cielo, Athena ayúdame a ver tu mensaje y el destino del mundo.-

-Ve la constelación de Pegaso-Dijo el sonido del viento, el Patriarca volteo pensando que había alguien.

-Pero que… esa voz, el viento parecía como si fueran las Morías, eran sus voces, es verdad me dijeron que debía de ver la constelación de Pegaso.-El Patriarca volteo y busco la constelación de bronce, hasta que la encontró.- ¿Qué significa esto?-

Las estrellas de Pegaso brillaban como el oro, y lo más increíble, dos destellos mas de luz deslumbraron al Patriarca, las constelaciones de Águila y Sagitario, y entonces el Patriarca sintió una cálida presencia que no había sentido desde hace mucho.

-Esta presencia tan reconfortante, hace mucho que no la sentía, Adara-

Mientras en el Santuario, Maia estaba viendo el cielo desde la salida de la casa de Aries, entonces Aeneas se acerco a ella.

-Algo te sucede, has estado algo extraña estos días Maia.-

-Mira Aeneas.-Maia señalo el cielo.- Esas constelaciones brillan como tu Armadura Dorada.-

-Cierto.-Aeneas se había fijado también.- Pero es extraño.-

-Aeneas, tengo una noticia muy buena que te alegrara.-

-¿Cuál es?-

-Tendremos otro hijo.-

-Maia.-Aeneas sonrió y abrazo a su esposa.

A la mañana siguiente el Patriarca llego donde Leonel y María.

-¿Qué sucedió ahí arriba Maestro?-Pregunto María.

-Debemos regresar pronto al Santuario y llamar a todos los Santos, Athena pronto bajara del Cielo.-

El Ejército de Hades

Pandora y Kagaho bajaban de la balsa y esta se alejaba, el espectro aun mostraba las heridas de la batalla contra Aeneas.

-Señorita Pandora, sé que es urgente que le comunique esta información al Señor Hades, pero si me permite me quedare en la Primera Prisión para curarme y ponerme presentable para ir ante el Señor Hades.-

-Está bien Kagaho, yo me adelantare a informar, ya que no iras conmigo el resto del camino quiero que reúnas a todos los espectros que hay actualmente y que vengan contigo al Palacio del Señor Hades.-

Pandora siguió con su camino hacia el Palacio de Hades mientras tanto Kagaho se quedaba en la primera prisión junto al Palacio de la Justicia y se quito su Sapuri para repararlo.

-Kagaho, me decepcionas, contigo en total eran cuatro espectros y aun así no pudieron matar a tres Santos Dorados y al Patriarca del Santuario.-Dijo una voz desde la sombra del palacio.

-Baltasar no deberías subestimar el poder de los Santos, si sigues pensando así terminaras muerto muy pronto.-De la oscuridad una persona salió, el Espectro llamado Baltasar miraba a Kagaho desafiante.

-¿Crees que soy tan débil como tú? Adelante Kagaho pelemos ahora.-

-Si eso es lo que quieres Baltasar, sentirás el poder de Bennu, la Estrella Celeste de la Violencia.-

-Y tú sentirás el poder de Baltasar de Wendigo, Estrella Celeste de la Sangre.-

-¡Deténganse ahora mismo!-

Ambos voltearon, tres espectros más habían llegado, el que estaba más cerca de ellos era uno de los Tres Jueces del Infierno.

-Señor Aiacos.-Dijeron los dos.

-Kagaho, Baltasar deténganse, ¿Por qué están pelando junto a la Corte del Silencio?, bueno la verdad no me importa, Kagaho dime que sucedió con la misión a la que fuiste con la Señorita Pandora y ¿Dónde están Lune y los otros?-

-Están muertos.-

-¡¿Qué fue lo que sucedió?!-

-Junto con el Patriarca había un Santo de Oro, Aeneas de Aries, el y yo peleamos y después se unieron a la batalla Raimi y Valentine, mientras la Señorita Pandora y Lune lucharon contra el Patriarca y este asesino a Lune, después a Aeneas se unió el Santo de Virgo y entre los dos asesinaron a Raimi y Valentín, yo los derrote a ellos y a Escorpio y al Patriarca que después se les unieron, los iba a matar cuando la Señorita Pandora me detuvo y me ordeno regresar, ahora se dirige con el Señor Hades a informarle de la advertencia de las Morías y me ordeno reunir a los Espectros y llevarlos al Palacio del Señor Hades.-

-Ya veo.- Aiacos callo unos momentos y le dijo a Kagaho y Baltasar.-Kagaho termina de reparar tu Sapuri y después ve directo al Palacio del Señor Hades, que Baltasar llame a todos los Espectros, ahora.-

-Si Señor Aiacos.-Dijeron Kagaho y Baltasar al mismo tiempo.

Mientras tanto Pandora llegaba al Palacio de Hades y al llegar a la sala del trono estaba ahí, hades sentado en su trono detrás de la cortina enfrente del camino al muro de los lamentos.

-Señor Hades.-Dijo Pandora arrodillándose.

-Pandora, dime qué fue lo que averiguaste.-

-Si, al parecer las Morías anunciaron el nacimiento de un hombre, descendiente del Santo que asesino a el Dios Ares que sería más fuerte que él y tendría el poder para vencer a Athena o a usted Señor Hades.-

-Derrotarme a mi dices.-

-Eso fue lo que dijeron la tres hijas de Nix, y también dijeron al Patriarca del Santuario que debía vigilar la constelación del Pegaso.-

-¿Pegaso?-

-Si-Pandora estaba agachada y no noto que Hades se había levantado al oír la confirmación de Pandora.- ¿Pasa algo Señor Hades?-

-No, dime que más supiste.-

-Se quien es el ultimo descendiente de ese Santo, es el Santo de Aries, Aeneas, Kagaho estuvo a punto de matarlo porque pensé que podríamos usarlo de alguna forma.-

-Entiendo lo que quieres decir Pandora, retírate ahora mismo.-

-Si Señor Hades.-

Hades se quedo solo y empezó a pensar en voz alta.

-Pegaso, no creo que sea él, pero sí lo es, aquel hombre que tuvo el poder de llevar consigo siempre la victoria durante la Rebelión de la Corona, lo único que puedo hacer es esperar y ver qué es lo que sucede.-

Pandora estaba fuera del Palacio de Hades, Aiacos había llegado también y junto con él, el resto de los Espectros que había hasta entonces.

-Señorita Pandora.-Dijo Aiacos arrodillándose ante ella y besando su mano.-Todos los Espectros nos hemos reunido como ordeno.-

-Bien hecho Aiacos, necesito que todos los espectros que haya cumplan una misión importante.-

-Díganos que hacer Señorita Pandora.-Aiacos nunca había confiado plenamente en Pandora pero la orden de que todos los Espectros cumplan una misma misión.

-Necesito que vigilen de cerca al Patriarca…-Pero Aiacos interrumpió.

-Señorita Pandora ya tenemos a varios Espectros vigilando el Santuario.-

-¡Silencio Aiacos!-

-Lo siento.-

-Como decía, necesito que todos vigilen al Patriarca y a uno de los Santos Dorados, Aeneas de Aries.-

-A si se hará como lo ordene Señorita Pandora.-

-Ve ahora, quiero que todo el Ejercito de Hades se dedique a eso, y me informen de todos los progresos de la vigilancia y que eviten completamente mientras tanto los enfrentamientos con los Santos.-

Pandora había dado la orden, el Ejército de Hades estaba listo para vigilar el Santuario, mientras tanto Hades meditaba el presagio que estaba relacionado con la constelación de Pegaso y lo que sucedió durante la rebelión de la Corona en la era Mitológica.

Los Refuerzos

-Así que aquí tenemos a otro Santo de Oro, y es una mujer es bastante interesante.-Decía Kagaho.

-Aeneas, estas malherido, será mejor que te quedes atrás, yo peleare contra Bennu.-

-María, el Patriarca…-

-No te preocupes, Paris ya fue a buscarlo.-

-Amazona Dorada, ¿Crees que has derrotado a Valentín si de fácil?-

-¿Qué es lo quieres decir Bennu?-Pregunto María.

-Se refiere a esto.-Valentín se había levantado y atacaba a María por la espalda.- ¡Envidia de la Vida!, Jajaja, Virgo, no fuiste gran cosa… No puede ser.-Del humo de la explosión María sale ilesa y a su alrededor había un campo de fuerza.

-Arpía, no lograras derrotarme con ese poder insignificante.-

-¿Qué dices?-

-Ustedes los Espectros no son más que espíritus malignos que deben ser erradicados.-María elevo su cosmos.

-¿Qué son estas manos?-Unas manos salieron del suelo rodeando a Valentín.

-Arpía estas manos vienen por ti para regresarte al Infierno.-

-¡No puede ser los brazos me sujetan y no me sueltan!-

-Muere y regresa al Infierno ¡Renacimiento a través de los Seis Mundos!-

-¿¡Qué demonios sucede!?-

-Arpía, ahora pasaras por los seis mundos, y serás enviado a uno de ellos.-

-¡Maldita!-

-Calla y observa el primer mundo, el Infierno, no debo decirte mucho de él, tu eres de ahí, y no es el indicado para ti ya que es como tu hogar. El siguiente es el Mundo de la Hambruna, ahí los espíritus viven siempre con un hambre que nunca es saciada y sus cuerpos se deterioran por la falta de alimento. Luego está el Mundo de la Bestias, los que caen en él se convierten en animales que se dedican a pelare día y noche por la eternidad. Después el Mundo de la Violencia, las almas sentenciadas a él deben luchar eternamente sin razón alguna y sufrir por ello. Sigue el Mundo Humano, hecho de cosas materiales y donde una persona puede disfrutar de su vida o hacerla un eterno martirio. Y al final es el Cielo, donde solo van los justo y no hay penas ni dolor. Arpía tu destino debe ser el Mundo de la Lucha Eterna cae en el ya.-

-¡Ahhh!-Valentín desapareció enfrente de todos.

-Ahora seguirás tu Bennu.-

-Virgo, no eres rival para mi, tal vez venciste a Valentín pero no lograras lo mismo conmigo toma esto y muere ¡Ráfaga de la Corona!-

-¡Capitulación del Demonio!-Ambos ataques impactaron y crearon un agujero en el suelo.-Bennu debo admitir que eres muy fuerte, debe ser por eso que lograste darle batalla a Aeneas.-

-Ya deja de hablar y pelea, aunque será en vano, te matare y luego a Aeneas.-

-El que morirá serás tu recibe el mismo destino de Arpía ¡Renacimiento a través de los Seis Mundos!-

-¡Ahhh!-Igual de Valentín Kagaho desapareció.

-Bennu, ahora estarás junto Arpía en el martirio eterno, vámonos Aeneas.-María volteo hacia donde esta Aeneas pero detrás de ella aparecieron unas llamas negras.

-¡María detrás de ti!-

-¿Qué sucede?-María volteo pero era tarde.

-¡Crucifixión de la Llave de la Vida!-Las llamas negras atraparon a María dejándola suspendida entre ellas como si la estuviesen crucificando.

-¡Ahhh!-

-¡María!-

-Virgo, siente como es que las llamas queman tu cosmos, pero no es suficiente para ti, te liberaras fácilmente, ahora toma esto también.-

-No te lo permitiré.-Aeneas se había lanzado contra Kagaho.

-No molestes.-Kagaho acertó un golpe a Aeneas derribándolo.-Esta muy débil ya no eres un reto para mí, ahora matare a Virgo, ¡Ráfaga de la Corona!-Kagaho dio el golpe directo en el abdomen de María, haciendo que se cayera su máscara de oro.

-¡Ahhh!…Maldito, ¿Cómo lograste huir del mundo al que te mande?-

-Escucha bien Virgo, yo soy Kagaho de Bennu, el fénix negro, con algo así no lograrías matarme, recuerda que fénix siempre resurge de sus cenizas.-

-Encontrare la forma de destruirte Bennu.-María observaba a Kagaho con odio con sus bellos ojos verdes.

-No podrás, mis llamas negras te apresan, ahora te daré el golpe de gracia y morirás.-

-No permitiré eso.-

-¿Quién eres?-

-¡Aguja Escarlata!-

-¡Ahhh!…Esto, se siente como si me hubieran golpeado con unas agujas muy fuertes, ¿Quién eres?-

-Soy París, Santo Dorado de Escorpio.-

París había llegado junto con el Patriarca a ayudarles, mientras tanto, Pandora estaba en camino hacia el pueblo esperando llegar a tiempo.

-Malditos, los cosmos de Raimi y Valentín han desaparecido, aun así se que Kagaho podrá vencerlos, pero no me puedo dar el lujo de dejar que mate a Aeneas.-

París miraba la escena, no podía creer que sus amigos hubieran quedado en esa situación.

-Bennu, te matare por esto que has hecho.-

-Escorpio, tu destino será el mismo que el de tus compañeros.-

-Ten cuidado París, el daño recibido por Aeneas y María fue causado casi todo por ese Espectro.-

-Lo sé, pero ah recibido ya tres agujas, no sobrevivirá las otras once, mas así de herido.-

-Pruébame Escorpio ¡Ráfaga de la Corona!-

-No eres muy rápido.-París había esquivado el ataque. ¡Aguja Escarlata!-

-¡Ahhh!-Kagaho caía al suelo por el ataque.

-Una vez más ¡Aguja Escarlata!-

-¡Ahhh!…Maldito.-Kagaho con dificultad se ponía de pie.

-Ahora recibe la ultima y muere ¡Aguja Escarlata Antares!-París clavo su uña en el corazón de Kagaho y este se quedaba de pie inmóvil.-Todo termino… ¿Qué sucede?, no puedo sacar mi dedo.-

-Escorpio.-Kagaho miraba a París y sujetaba su mano.- ¡Ráfaga de la Corona!-

-Mi brazo… ¡Ahhh!-El brazo de París se quemaba.

-Toma esto.-Kagaho le dio una fuerte patada que lo lanzo contra el suelo.

-París, no dejare que sigas lastimando a mis pupilos, ¡Ondas Infernales!-El ataque fue directo hacia Kagaho pero lo desvió con una mano.-No puede ser.-

-Ahora los matare a todos ¡Ráfaga de la Corona!-

-¡Ahhh!-Los cuatro Santos fueron alcanzados y caían al suelo heridos.

-Les daré el último golpe.-

-Espera Kagaho.-Pandora había llegado y detenido a Kagaho.

-Señorita Pandora, ¿Qué sucede?-

-Déjalos vivir y vámonos, este día ellos han acabado con tres de nuestros Espectros, y deben morir como castigo, pero será más castigo que tres Santos Dorados y el mismo Patriara regresen humillados al Santuario después de que un malherido Espectro los dejase así.-

-Como usted ordene.-Kagaho camino hacia Pandora para irse.

-Espera Kagaho.-Dijo Aeneas incorporándose.-Aun no terminamos nuestra pelea.-

-Aeneas de Aries, terminaremos esto después, y la próxima vez, solo uno vivirá al final.-Kagaho llego con Pandora, le dio su mano y en una llama negra los dos desaparecieron.

-¿Qué paso?-Maia había recuperado el conocimiento.-El pueblo está destruido.-Ya no había llamas, solo todo devastado, entonces volteo donde estaban los Santos.- ¡Aeneas!-Ella corrió hacia donde estaba Aeneas que había caído de nuevo.- ¿Cómo te encuentras Aeneas?-

-Maia, estoy bien, mis amigos y mi Maestro, por favor ve si están bien.-

-Si lo hare.-Maia fue a ver a los otros tres.

-Kagaho, Pandora, ¿Qué sucedió para que se fueran?, ¿Qué fue lo que las Morías le dijeron a mi Maestro?-

Mientras tanto Pandora y Kagaho llegaban al rio Aqueronte, esperando al Espectro que los llevaría al otro lado.

-Señorita Pandora, ¿Por qué no me permitió matarlos si podía?, hubiera sido una gran victoria.-

-Kagaho, ya sabrás porque, cuando lleguemos con el Señor Hades.-

Pandora llega al Infierno para informar a Hades de la Profecía de Pegaso, el Ejercito del Inframundo cada vez se acerca más y más y pronto invadirá la Tierra que protege la Diosa Athena.

La Ira Dorada

Aeneas estaba acorralado, Kagaho, Valentín y Raimi lo tenían donde querían.

-Aeneas.-Dijo Kagaho.-Ya no hay forma de que ganes, te matare.-

-Espera Kagaho, deja que sea yo quien pelee con el.-Dijo Raimi.

-Como tú quieras, ¿te molesta Valentín?-

-En lo absoluto, Raimi acaba con el.-

-Muy bien, Aries prepárate a morir.-Dijo Raimi acercándose a Aeneas.

-No estés tan seguro Gusano.-Aeneas se incorporo y se preparo para pelear.-Toma esto ¡Extinción de Luz Estelar!-

-Eso no es suficiente.-Raimi esquivo el ataque escondiéndose bajo tierra.-Adivina donde estoy Santo.-

-Maldición.-Aeneas no sabía dónde estaba escondido Raimi, mientras Kagaho y Valentín observaban la pelea.

-¡Aquí estoy!-De la Tierra salieron unos tentáculo que amarraron a Aeneas.

-¿Qué es esto?-

-¡Atadura de Lombriz!-

-No me puedo mover.-

-Aries, no tiene caso resistirte, mejor deja que mi ataque te rompa todos los huesos y te mate.-

-No puedo.-Aeneas bajo la cabeza.

-¿Qué has dicho?-

-Que no dejare que me mates, ¡Yo soy el Santo de Oro de Aries y no dejare que un insecto como tú me mate!-

-¿Qué pasa? Su cosmos se incrementa, mis ataduras se rompen.-Aeneas logro liberar un brazo.

-Despídete de tus tentáculos Gusano, ¡Revolución de Polvo Estelar!-El ataque fue dirigido hacia el mismo, y destruyo los tentáculo de Raimi pero igual Aeneas se lastimo así mismo.-Raimi toma esto.-Aeneas de un golpe hundió el puño en el suelo.- ¡Extinción de Luz Estelar!-El ataque saco volando a Raimi del suelo malherido.

-Maldición, no dejare que me mates tan fácilmente Aries.-

-¿Qué harás?, tus tentáculos ya fueron destruidos.-

-Aun tengo este has bajo la manga.- Raimi señalo al suelo, había un tentáculo aun debajo del, al salir había un persona atrapada en el, era Maia que estaba inconsciente.-Aun tengo a mi escudo humano.-

-Suéltala Raimi.-

-No lo hare, ahora si quieres atacarme, tendrás que matarla a ella primero, muere Aries ¡Atadura de Lombriz de Gea!-La Tierra debajo de Aeneas empezó a rodearle como lo habían hecho los tentáculos de Raimi.-Muere Santo de Oro.

-No me metras con eso.-Aeneas se tele trasporta atrás de Raimi.

-Es inútil no importa donde estés pasara lo mismo.-La tierra volvió a hacer lo mismo varias veces y Aeneas solo lo esquivaba así.

Mientras tanto Hypnos y Thanatos sentían como el Patriarca se acercaba.

-Thanatos, debemos irnos ya, el Patriarca se acerca, y otros dos también, aunque los que estén peleando no sepan que estamos aquí, de seguro el Patriara podrá darse cuenta.-

-Si Hypnos.-En ese momento ambos Dioses desaparecieron.

Mientras tanto el Patriarca se acercaba al Pueblo.

-Aeneas, no puedo, el ataque de Lune y Pandora me afectaron y me cuesta trabajo continuar.-El Patriarca había caído cansado.

-Patriarca.-Un joven que vestía una Armadura de Oro se acerco a él a ayudarle.

-Paris, ¿Paris que haces aquí?-

-Poco después de que se fueron María tuvo una visión de que algo malo sucedería e Ives nos permitió venir a ayudarle.-

-¿Dónde está ella?-

-Fue directamente al pueblo a ayudar a Aeneas.-

-Rapido Paris, ayúdame a llegar ahí.-

-Si.-

Mientras Raimi estaba perdiendo la paciencia al ver solo a Aeneas tele trasportarse.

-Aries, eres un cobarde, no me atacas solo huyes de mi.-Aeneas se apareció de nuevo enfrente de Raimi.

-Gusano, eres muy tonto, no te atacaría hasta asegurarme de que Maia esté bien, como ahora.-

-Ella aun sigue en mi poder, mira como la mato.-

-¡Raimi idiota caíste en una trampa!-Grito el Valentín.

-¿De qué hablas? ¿Qué son estos hilos dorados?-Raimi no podía moverse

-¡Red de Cristal!-Aeneas había usado su ataque para inmovilizar a Raimi.-Raimi ahora te matare.-Aeneas rompió el tentáculo donde estaba Maia y la sostuvo con una mano mientras con la otra se preparaba a para matar a Raimi.-Muere ¡Extinción de Luz Estelar!-

-Maldito Aries.- Raimi muere mientras el ataque de Aeneas lo desintegra.

-Kagaho, Valentín, quien de ustedes seguirá.-Aeneas se prepara para pelear aunque ya casi no tenía fuerzas.

-Aries eres muy fuerte.-Dijo Valentín.-Pero con esa mujer en tus manos no podrás pelear bien, así que déjala y pelea.-

-No la dejare, vengan a pelear.-

-Como quieras.- Valentín y Kagaho se lanzaron al ataque contra de Aeneas.

Mientras el Patriarca y Paris entraban al pueblo.

-Patriara ya estamos aquí.-

-Bien, ahora debemos llegar a Aeneas.-

-Si.-

Aeneas seguía peleando, pero con Maia en las manos no podía hacer nada.

-¡Ráfaga de la Corona!-

-¡Muro de Cristal!-El ataque de Kagaho había sido regresado

-Eres un tonto Aries.-Valentín apareció detrás de Aeneas y lo golpeo fuertemente y este cato al suelo.-Esa mujer es un estorbo, pero no importa ahora los matare a los dos, mueran…-Valentín iba a atacar pero en ese momento fue lanzado hacia adelante.-

-Valentín, ¿Quién eres tú?-Kagaho pregunto a la persona que había atacado a Valentín.

-¿Estás bien Aeneas?-La mujer que había atacado a Valentín le tendió la mano para ayudarle a incorporándose, vestía una Armadura Dorada y llevaba una máscara de oro cubriendo su rostro.

-Gracias María, pensé que no sobreviviría.-Aeneas se incorporo.

-¿Quién eres tú?-Pregunto Kagaho.

-Soy uno de los 12 Santos de Oro, María de Virgo.-

María había llegado a ayudar a Aeneas, Paris va en camino junto al Patriarca también, mientras de los escombros del Oráculo, Pandora se levanta aun viva después el ataque del Patriarca.

Pandora

-Pandora.-Dijo el Patriarca incorporándose del ataque.- Responde, ¿Por qué has venido aquí?-

-Eso es muy obvio, el Señor Hades esta apunto de surgir desde el Inframundo, y se entero de que la Morías habían hecho una predicción sobre esta Guerra y el quiere saberla, así que vine aquí junto con mis subordinados para saberlo.-

-Han venido más Espectros entonces.-Dijo el Patriarca.

-Así es, uno de ellos está ahora peleando contra de Aeneas, y pronto se le unirán, y uno me ayudara a saber que sucedió aquí.-

-¡Que quieres decir con eso?-

-La Señorita Pandora se refiere a esto.-Atrás del Patriarca apareció otro Espectro.-Tome esto Patriarca ¡Resurrección!-

-Maldición, no puedo moverme, ¿Qué es esto?-Pregunto el Patriarca.

-Lo hiciste bien Lune.-

-Gracias Señorita, Lune de Balrog, Estrella Celeste de la Sabiduría está a su servicio siempre.-

-Ahora busca en su mente lo que le dijeron las hijas de Nix.-

-Si.-

-Maldición, no puedo…-

-No importa lo que intentes Patriarca no funcionara.-En ese momento Lune empezó a examinar la mente del Patriarca.

Mientras Aeneas y Kagaho continuaban su pelea.

-¡Extinción de Luz Estelar!-

-¡Ráfaga de la Corona!-Ambos ataques provocaron otra gran explosión. Mientras las dos figuras seguían observando desde el fuego negro causado por Kagaho.

-Aeneas realmente es poderoso ¿No te parece Thanatos?-

-Hypnos, recuérdame porque estamos aquí, aunque se parezca a ese sujeto no es tan poderoso como él, no sé de qué nos sirve verlo pelear.-

-Thanatos recuerda el plan de nuestra madre, ella envió a nuestras hermanas a cumplir con su trabajo, ahora solo es cuestión de tiempo.-

-Tienes razón, pronto seremos Dioses Olímpicos.-

-Mira Thanatos, como siempre a los espectros les gusta jugar sucio, ahí vienen mas de ellos.-

-Señorita Pandora eh encontrado lo que me pidió.-Lune soltó al Patriarca y este cayó al suelo.

-Las Morías le hablaron del nacimiento de un hombre más poderoso que el Ave del Paraíso, y que al parecer podrá incluso doblegar a Athena-

-¡Doblegar a Athena has dicho!-Grito Pandora.-Debemos averiguar donde nacerá y hacer que sea uno de los nuestros, Lune ¿Qué mas dijeron las Morías?-

-Parece ser que es descendiente de este, según los recuerdos del Patriarca, el último descendiente vivo de él que cumple con los requisitos de la profecia es Santo Dorado de Aries.-

-¡No puede ser!, Lune ve y detén a Kagaho y a los otros, debemos dejar que Aeneas viva entonces.-

-Como ordene.-

-No será así ¡Explosión de Galaxias!-Grito el Patriarca atacando a Lune.

-¡Ahhh!-El ataque le da y lo mata.

-Pandora, no dejare que uses la descendencia de mi amigo Belén para tus planes.-

-No te mueres con nada verdad, ahora mismo acabare con tu existencia ¡Las Desgracias del Cielo!-Pero el Patriarca lo esquivo fácilmente.- ¿Cómo lo hiciste?-

-Pandora olvidas que una técnica no funciona dos veces contra un santo, menos si ah vivido tanto como yo, muere ¡Extinción de Luz Estelar!-

-¡Ahhh!-El ataque le dio a Pandora y esta choco contra las ruinas del Oráculo de Delfos quedando sepultada en ellas.

-Pandora, ahora que sabes lo que sucederá, no permitiré que te acerques a Aeneas, debo irme de aquí.-El Patriarca se encamino hacia el pueblo para ayudar a su alumno.

-¡Ahhh!-Aeneas era lanzado contra el suelo por tres ataques.-Malditos.-

-Jajaja, por más que seas un Santo Dorado no puedes luchar contra nosotros tres a la vez.-Dijo Kagaho.

-Prepárate a morir en mis manos, yo Valentín de Arpía, La Estrella Celeste de la Lamentación acabare contigo Aries.-

-Y también en las mías, yo Raimi de Gusano Estrella Terrestre de la Rendición.-

Los tres espectros acorralan a Aeneas, mientras Hypnos y Thanatos siguen observando la pelea.

Bennu contra Aries

Aeneas y Kagaho iniciaban su lucha, en ese momento Pandora iba al encuentro del Patriarca.

-Aeneas, esto es, ahora es otro cosmos el que pelea contra de ti.- Decía el Patriarca mientras se dirigía al  lugar de la pelea, en eso fue interceptado por Pandora.

-Ha pasado tanto tiempo Patriarca.-Dijo Pandora.

-Pandora, vaya hace cuanto tiempo nos vimos y no has cambiado nada.-

-Si así es, pero no puedo decir lo mismo de ti, aunque te ves muy bien para tener 564 años, pero te veías mejor cuando nos conocimos y solo tenías 15.-

-Y tú no envejeces nada, eres la misma desde la Era Mitológica, siempre al lado de Hades.-

-Así es, como sabes el Señor Hades me dio el don de la Juventud Eterna.-

-Es cierto eso, pero aun así, en cuanto te quite la vida Pandora tu cuerpo hermoso se convertirá en polvo.-

-Ya veremos quién matare a quien.-Pandora se preparo para atacar al Patriarca.

-Por tu culpa, tres de mis compañeros Santos de Oro murieron hace 547 años, ahora siente mi venganza ¡Polvo de Diamante!-El ataque del Patriarca impacto contra el Tridente de Pandora.

-Si ese es todo tu poder Patriarca del Santuario no me mataras toma y muere ¡Las Desgracias del Cielo!-De las manos de Pandora salieron cientos de Espíritus malignos que atacaron al Patriarca.-Tu lo has dicho, yo existo desde la Era Mitológica, soy yo la que desato todas las desgracias en el mundo y ahora caen sobre de ti.-

-¡Ahhh!-

Mientras que Pandora y el Patriarca empezaban su lucha Kagaho y Aeneas cada vez se alejaban más de Oráculo de Delfos con su batalla.

-Toma esto y muere ¡Ráfaga de la Corona!-Una llamas negras atacaron a Aeneas.

-¡Muro de Cristal!-La Llamas se detuvieron y se dirigieron hacia Kagaho pero este las detuvo con la mano y las pago.

-Aeneas, no eres un oponente tan malo, pero perderás, ¿Quieres saber  porque?-

–Tengo curiosidad de saberlo, según tu Kagaho, dime la razón de que perder.-

-La razón es que eres un Santo ¡Ráfaga de la Corona!-

-Ya sabes que eso no funciona conmigo ¡Muro de Cristal!-El ataque nuevamente se regreso hacia Kagaho pero cuando las llamas se disiparon el Espectro no estaba.- ¿Qué?, ¿Dónde está?-

-Aeneas, aquí estoy, alcánzame si puedes Jajaja.-Kagaho estaba en el cielo volando, hacia donde iba se veían varios edificios y casas.

-¡No maldito!-Aeneas empezó a correr hacia el pueblo.

-Dime Aries ¿Qué es más valioso?, ¿Tu vida o la de los aldeanos de ese lugar? Averigüémoslo Jajaja!-

-¡Bennu!-

Los dos se dirigían hacia el pueblo, Kagaho volando llego antes que lo hiciera Aeneas y descendió en medio del pueblo y todos a su alrededor se sorprendieron al verlo.

-Vaya que bonito pueblo.-

La gente alrededor murmuraba

-Miran eso.-

-¿Quién será?

-Debe ser un Ángel.-

-Pero esa vestimenta negra, ¿Qué es?-

-Señor.-Se acerco a él un sacerdote.- ¿Qué y quien es usted?-

-Gente del pueblo.-Dijo Kagaho.-Yo soy uno de los Ángeles de Dios y eh venido a salvarlos.-

-¿Un ángel a dicho? ¿Eso es cierto?-Pregunto el sacerdote.

-Así es, soy un ángel y eh venido decirle cual es el camino de la salvación y a llevarlos hasta el.-

-¡Aleluya hemos sido elegidos para ser salvados por un ángel!-Gritaba la gente.

-Señor ángel, díganos, ¿Qué tenemos que hacer para salvarnos?-Pregunto el sacerdote.

Kagaho bajo la mirada ocultando los ojos y esbozando una gran sonrisa.

-Morir.-La gente se empezó a alejar un poco con miedo.-Deben morir, para que el Dios Hades los salve, ¡Mueran humanos!-Kagaho puso sus manos y con su cuerpo formo una cruz.

-¡Corran!-

-¡Nos va amatar huyamos!-

-¡Sálvense quien pueda!-

-¡Crucifixión de la Llave de la Vida!-De las manos de Kagaho salió fuego negro que se convirtió en agujas y se clavaron en la gente inmovilizándola.-Ya no se pueden mover, ahora sálvense ¡Ráfaga de la Corona! Jajaja.-

-¡Ahhh!-La gente empezó a quemarse viva, solo caía carbón y cuerpos inerte de hombre, niños y mujeres. La gente que vio el ataque empezó a correr.

-No tiene caso que corran, igual todos morirán Jajaja.-

Kagaho empezó a volar y desde el cielo atacaba a la gente, en ese momento descendió y acorralo a una joven.

-Vaya, vaya, que linda joven, ¿Cómo te llamas?-

-Soy Maia, por favor no me mate.-Le suplicaba con lagrimas en los ojos.

-Maia, que lindo nombre, lo siento, pero todos aquí morirán.-

-¡Por favor no!-

-¡Kagaho!-Aeneas salió del fuego y atacando a Kagaho por la espalda.- ¡Maldito, Extinción de Luz Estelar!-

-¡Ahhh!-Kagaho recibió el ataque en la espalda y fue lanzado contra el muro de la iglesia del pueblo, el edificio se desplomo sobre él.

-¿Estás bien?-Pregunto Aeneas a Maia dándole la mano para levantarse.

-Sí, gracias.-Maia no dejaba de ver a los ojos a Aeneas.

-Señorita váyase de aquí rápido, Kagaho no ah muerto.-

-Sí, pero antes dígame ¿Quién es usted?-

-Yo soy Aeneas de Aries.-

-Gracias Señor Aeneas, yo soy Maia.-

-Maia vete pronto por favor.-

-Sí, cuídate Aeneas.-Maia se fue de ahí y se perdió vista entere e humo.

-Kagaho, sal de ahí te estoy esperando.-

-¡Aeneas!-Una gran explosión lanzo hacia todos lados los escombros y una ráfaga de fuego negro cubrió todo evitando que Aeneas viera.- ¡Ráfaga de la Corona!-

-¡Ahhh!-El ataque destrozo uno de los cuernos de la Armadura de Aries hiriendo el brazo de Aeneas y lanzo a un lado su casco.

-Ya estamos a mano.-Kagaho salió del fuego, su casco estaba roto y se le cayó, y una de sus alas había sido destruida.

-Kagaho de Bennu, prepárate, sentirás la ira de un Santo Dorado.-El cosmos de Aeneas se elevo al máximo.

-Aeneas de Aries, muere, ¡Ráfaga de la Corona!-

-¡Extinción de Luz Estelar!-

Ambos ataques colisionaron, el pueblo ardía en llamas, mientras tanto el Patriarca y Pandora seguían su pelea cerca del Oráculo de Delfos y desde las sombras dos figuras observaban la pelea de Aeneas y Kagaho.

El Mito de Pegaso

La noche era oscura, el Santuario estaba lleno de tinieblas, en el cielo no brillaba las estrellas ni la luna, pero aun así se distinguía algo en el cielo, un punto cuya oscuridad era tan grande que incluso resaltaba en esa noche, la única luz que alumbraba era la del reloj de fuego, en el trono del Patriarca un joven estaba sentado, su cabello largo y negro cubría sus ojos y llegaban hasta su cintura, vestía una larga túnica negra y en sus manos tenía un tridente.

-Ives,  Anaid, Nicole, Athena, Evan, siento como se acercan.-El joven se levanto y salió de los aposentos del Patriarca hacia el Templo de Athena y se puso frente a su estatua.

-Ángelo.-Dijo una voz que salía del Templo de Athena, en ese momento Ángelo se inclino.

-Dígame, Señor Hades.-Hades salió de la oscuridad del Templo

-Ordena los espectros que se preparen para la batalla final, tú los dirigirás.-

-¿Yo?, pero Señor Hades, los Tres Jueces del Infierno deben de hacerlo, yo no soy digno de tal encargo.-

-Basta Ángelo, tu eres quien debe de hacerlo, el Ejército de Athena se acerca, debes de interceptarlo antes de que llegue al Santuario, los Tres Jueces no son aptos para esto, recuerda que tuve que resucitarlos, y estarán bajo tu mando de hecho.-

-Como usted ordene Señor Hades, con su permiso me retiro-Ángelo se levanto y se fue de regreso al Templo del Patriarca, entre sus manos apretó un pequeño cascabel negro con forma de péndulo y lo hizo sonar en el silencio de la oscuridad.

Lejos de ahí una joven de cabello rubio y de hermoso rostro miraba al Santuario, Athena se preparaba para invadir el que fue su Santuario antes de que Hades lo tomara.

-Athena.-Athena volteo, un joven de cabello castaño se acercaba.- ¿Puedo acompañarte?-

-Sí, ven conmigo Evan.-

-Gracias, nunca pensé, que el lugar sagrado que protegíamos, tendríamos que invadirlo.-

-Así es, en este momento Hades prepara sus tropas para venir a exterminarnos antes de que avancemos.-

-Si lo sé, siento su cosmos acercarse.-

-Evan, debes de prepararte, tu destino es enfrentar a Ángelo, nadie más que tu lo puede detener.-

-Lo sé, pero yo quiero ir al santuario contigo y con los demás…-

-No, tú tienes que quedarte con Ives y pelear contra Ángelo, yo enfrentare a Hades.-

-Athena, yo…-

-Athena, Evan.-Una mujer con una máscara plateada de cabello café como el de Evan se había acercado.-Santiago tiene listas a las tropas que asaltaran el Santuario.-

-Gracias Nicole, Evan, yo se que saldrás victorioso, cuídate.-

-Usted también, Athena.-La Diosa se alejo de ahí en dirección al campamento de sus tropas.

-Evan.-Dijo Nicole.

-Hermana, vámonos, tenemos que prepararnos para la última batalla contra Hades, contra Ángelo.-

-Hermanito.-Nicole se quito la máscara y miro a Evan.-Se que podrás vencerlo, y salvarlo al mismo tiempo.-

-Eso espero.-Evan saco un pequeño cascabel con forma de péndulo con Ángelo pero blanco, y Nicole también uno pero azul.-Se que puedo salvarte Ángelo,  lo lograre.-

Los ejércitos de Athena y Hades se preparaban para enfrentarse, después de tanto tiempo, veintidós años atrás cuando tomo comenzó en el Oráculo de Delfos antes de que Athena bajara de cielo.

El día estaba nublado, entre las ruinas aparecía un joven que traía a sus espaldas una gran caja color dorada.

-Así que esto es lo que quedo del Gran Oráculo de Delfos.-Dijo aquel joven viendo a su alrededor.

-Así es Aeneas.-Dijo la voz de un anciano que salió de tras del, el anciano vestía una larga túnica blanca y el casco dorado que levaba no dejaba ver su rostro.

-Patriarca, es aquí donde tenemos que estar entonces.-

-Sí, Athena me ha dicho que debe ser en este santuario de Apolo donde tenemos que estar.-

-Pero Maestro, si Athena no ha descendido a la tierra, ¿Cómo es que se lo dijo?-

-Aeneas tu ya deberías saber, que como Patriarca yo subo a ver las estrellas y profetizar, y Athena atreves de ella me dijo que aquí en este momento estarían aquellas que manejan el destino mejor que yo y me dirán algo que necesitamos para la conseguir la victoria en la siguiente Guerra Santa.-

-Patriarca, Heraldo de Athena sabíamos que llegarías a este lugar.-De la nada se oyeron tres voces en unisonó diciendo esto.

-¿Quién esta ahí?-Pregunto Aeneas.

-Tranquilo joven Santo de Athena, Aeneas de Aries.-Tres mujeres aparecieron de la nada frente al ellos.

Las tres eran jóvenes y hermosas, pero de diferentes edades al parecer, una de ellas tenía el aspecto de una niña y junto a ella había una rueca, la otra tenía el aspecto de una joven mayor unos cuantos años y tenía una pluma dorada en la mano y la ultima era una mujer ya adulta pero joven y tenía una balanza.

-Cloto, Láquesis y Átropos, las tres Moiras hijas de Nix, díganme, ¿Por qué el destino me trajo hasta ustedes?-Pregunto el Patriarca.

-Patriarca.-Dijo la mayor.-Hemos venido debido a una perturbación en la naturaleza divina mayor que la que tu presenciaste.-

-¿Qué quiere decir Átropos?-

-Primero que el joven Aeneas se vaya por favor, esto solo debe oírlo usted.-Dijo Átropos.

-Aeneas, vete por favor.-

-Si Maestro.-Aeneas se retiro del lugar.

-Patriarca.-Dijo esta vez la segunda más joven.-Cloto ha visto en el destino el nacimiento de alguien que perturbara más el poder del Olimpo que a quien tú conociste.-

-Se refieren ah…-

-Así es.-Esta vez fue Cloto quien hablo.-El Santo que perturbo el poder de los Dioses al vencer al Dios de la Guerra, su poder y destino no se comparara con el que va a nacer de su estirpe y que ahora porta una armadura de oro.-

-Entonces Aeneas…-Dijo el Patriara.

-Sí, Aeneas de Aries el ultimo descendiente vivo de este que de momento cumple esas caracteristicas, uno de sus hijos será el que lleve ese destino.-Dijo Láquesis.

-Y no solo será por las mismas virtudes mostradas por el, sino también porque será el la persona que doblegue el corazón de Athena.-

-¿Qué quieren decir con que doblegara el corazón de Athena?-

Aeneas se había alejado para poder dejar al Patriarca hablar con la Moiras, el joven se quito la Caja de Pandora de su espalda y empezó a admirar el paisaje de la ruinas de lo que fue la ciudad de Delfos.

-Así que en este lugar se adoraba al dios sol.-

-¿Qué hace un joven como tu aquí en estas ruinas?-Pregunto una voz de mujer, Aeneas se volteo y vio a una joven de cabello negro y largo, que tria puesto un vestido negro que resaltaba su belleza.

-Admiraba el paisaje Señorita…-

-Pandora, llámame Pandora.-

-Y si puedo preguntar, ¿Qué hace usted aquí?-

-Lo mismo que tu…-

-Aeneas.-

-Si lo sé, Aeneas de Aries.-

-¿Cómo lo sabe?-

-Reconocí la caja que traes, ya antes vi a uno que se llamaba Carlo y llevaba la misma Armadura de Oro.-

-No puede ser, Calo de Aries murió hace siglos.-

-Lo sé.-Pandora sonrió y de la nada apareció un tridente en sus mano.- Morirás aquí, Santo de Athena.-

Mientras tanto el Patriarca seguía oyendo lo que profetizaban la Moiras.

-Entonces ese descendiente que nacerá, podrá lograr lo que nadie logro antes con Athena.-

-Así es.-Dijeron las tres en unisonó.-Pero no debes de decir nada de esto a Aeneas, si no el destino podría cambiar y entonces la balanza no se inclinara a favor de ustedes, nos vamos adiós Patriarca del Santuario de Athena.-

-Esperan, díganme algo mas, ¿Por qué me dicen esto a mi?, ¿También se lo dirán a Poseidón?-

-Esta vez no será Poseidón quien dará batallas, te lo decimos porque aquel con el que pelean es el que desterró a nuestros queridos hermanos Hypnos y Thanatos de los Campos Elíseos después de la Rebelión de la Corona.-

-Entonces el enemigo es…-Pero las tres Moiras desaparecieron.

-¡Esperen!-

-Patriarca, recuerda mirar a las estrellas de Pegaso para ver el futuro.- Dijeron solo las voces de las Moiras mientras se desvanecían con el viento.

-Pegaso… ¿Qué es esto?, es cosmos lo eh sentido antes, está peleando contra Aeneas.-El Patriarca se dirigió pronto hacia donde su discípulo estaba pelando.

-Muere Aries.-Pandora volvió a lanzar su cosmo contra de Aeneas, el solo lo esquivaba.

-No peleare contra ti Pandora, hasta que me digas que es lo quieres de mi.-

-Yo soy el heraldo de la Muerte, la Sacerdotisa del Señor Hades y quien dirige a los 108 espectros.-

-Hades, pensé que esta Guerra Santa seria en contra del Emperador Poseidón.-

-Lo mismo supongo pensó el Patriarca, pero no es así, ahora morirás aquí Aries.-Pandora lanzo su tridente contra Aeneas pero este lo detuvo con una mano.

-Pandora, no permitiré que me mates aquí, yo soy un Santo de Oro.-En ese momento La Armadura de Oro de Aries cubrió el cuerpo de Aeneas.

-No dejare que toques a la señorita Pandora.- Un fuego color negro separo a Aeneas de Pandora.

-¿Quién eres tú?-Pregunto Aeneas, del cielo un hombre vistiendo una Armadura negra apareció poniéndose entre él y Pandora.

-Soy Kagaho de Bennu, la Estrella Celeste de la Violencia.-

-Kagaho, acaba con Aeneas.-Pandora se dio media vuelta y se alejo de ahí.

-¡Espera Pandora!-

-Alto Aries, ya te dije que no dejare la toques morirás aquí.-

-Eso crees tú Bennu.-

Bennu y Aries inician su pelea mientras Pandora va al encuentro del Patriarca después de que este oyó la Profecía de las Moiras sobre el Santo de Pegaso que aun no nace.